Corea del Norte Lidera la Censura Religiosa: Reporte Muestra que es el País con Mayor Destrucción de Biblias en el Planeta

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Por Agustín Medina (MUNDO CRISTIANO) – Redacción Arca Informativo.

Seúl, Corea del Sur – Un estudio reciente ha arrojado luz sobre la alarmante tendencia de Corea del Norte a quemar y destruir Biblias, lo que ha llevado a la conclusión de que este aislado país es el líder mundial en esta práctica. La investigación, llevada a cabo por un grupo de derechos humanos con sede en Corea del Sur, revela la magnitud de la persecución religiosa en el estado herméticamente cerrado dirigido por el líder Kim Jong-un.

Según el informe, se estima que miles de Biblias son confiscadas y posteriormente destruidas cada año en Corea del Norte. La posesión de la Biblia o cualquier otro material religioso está estrictamente prohibida en el país, ya que el régimen comunista considera que constituye una amenaza a su ideología y control sobre la población.

El estudio también destaca que las formas de destrucción de las Biblias varían, desde la quema pública en actos propagandísticos hasta la trituración y eliminación en instalaciones gubernamentales secretas. Las personas atrapadas con Biblias o cualquier signo de fe religiosa en sus hogares a menudo enfrentan duras penas, incluyendo la prisión, trabajos forzados y, en algunos casos, la ejecución.

La persecución religiosa en Corea del Norte no se limita a la destrucción de Biblias. Los informes previos han documentado condiciones extremadamente difíciles para aquellos que practican cualquier religión no aprobada por el estado. Las personas que son sorprendidas participando en actividades religiosas subterráneas corren un riesgo significativo, lo que ha llevado a que muchas de ellas practiquen su fe en secreto.

Las organizaciones de derechos humanos y las comunidades religiosas en todo el mundo han condenado repetidamente la persecución religiosa en Corea del Norte y han instado a la comunidad internacional a tomar medidas para abordar esta cuestión. Sin embargo, debido a la naturaleza aislada del país, la situación sigue siendo difícil de abordar de manera efectiva.

El estudio reciente subraya la urgencia de abogar por la libertad religiosa y los derechos humanos en Corea del Norte y ofrece un vistazo a la difícil situación que enfrentan las personas que buscan practicar su fe en un entorno altamente represivo.